Por Zorka Aristegui Ivanovic |
CRÍTICA URBANA N.19 |
El territorio es el lugar donde se ejercen los derechos humanos, abordarlo en la constitución que esta por ser redactada en Chile como un factor importante para garantizarlos implicaría contar en el futuro con herramientas que nos permitan sentar las bases del desarrollo de hábitats que aseguren la calidad de vida de sus habitantes.
En Chile se viene gestando la idea de cambiar la constitución escrita en dictadura desde hace varios años, ya que, además de la falta de legitimidad de su instauración, más de alguna vez significó un obstáculo a la hora de impulsar leyes que velen por mejorar la calidad de vida de los habitantes y, en contraposición, ha servido para mantener el privilegio de unos pocos. Este cambio finalmente logró ser impulsado luego del estallido social que tuvo lugar en octubre del año 2019, donde las consignas “no son 30 pesos, son 30 años” y “hasta que la dignidad se haga costumbre” dan cuenta del malestar social que se viene acarreando hace años. El descontento expresado masivamente en las ciudades de Chile interpeló a la clase política para comenzar el proceso de cambio constitucional, parecer popular que fue ratificado posteriormente el año 2020 con el plebiscito histórico donde el 79 % de los votantes aprobaron el cambio de la carta magna, la cual por primera vez en Chile tendrá representación asegurada de pueblos indígenas y será la primera en el mundo con representación paritaria de hombres y mujeres.
Se abre una oportunidad para sentar las bases de un desarrollo social y territorial entorno al respeto de los derechos humanos, que apunte a alcanzar un buen vivir para todos quienes habitan Chile. Para ello en parte es necesario que se incluya el territorio dentro del debate constitucional puesto que juega un rol esencial a la hora de articular medidas que aseguren los derechos a sus habitantes, pues un hábitat estudiado y trabajado desde el ejercicio de los derechos humanos es esencial para construir realidades dignas para todos quienes lo habitan.
En Chile aún no tenemos integrada por completo la relación entre territorio y derechos humanos pues en las leyes existentes el territorio más bien se ha abordado de una manera normativa y técnica, dejando aparte temas como lo son el derecho a la vivienda, a un medio ambiente sano, etc. Es por ello que desde el curso de Debates Urbanos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Diego Portales, donde se trataron estas temáticas, nace el interés de expandir este conocimiento por medio de infografías que, de manera sintética, logren establecer la relación entre Derechos humanos, enfoque de derechos, constitución y territorio, a modo de aporte para el debate constitucional que nos acompañará al menos por dos años más.



Nota sobre la autora
Zorka Aristegui Ivanovic. Arquitecta chilena recién egresada de la Universidad Diego Portales. Realizó su tesis sobre Urbanismo Feminista y ciudad de los cuidados. Ayudante en el curso Debates Urbanos (UDP). Feminista. Ilustradora independiente.
Para citar este artículo:
Zorka Aristegui Ivanovic. Derechos humanos en el territorio para una nueva constitución. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol.4 núm. 19 Movilidad urbana justa A Coruña: Crítica Urbana, julio 2021.