• Inicio
  • La Revista
    • Quiénes somos
    • Próximos números
    • Normas de publicación
  • Entrevistas
  • Número actual
  • Números anteriores
  • Súmate
  • Inicio
  • La Revista
    • Quiénes somos
    • Próximos números
    • Normas de publicación
  • Entrevistas
  • Número actual
  • Números anteriores
  • Súmate

El habitar como acto político. Espacios de resistencia, lugares de posibilidad

22 septiembre, 2025

Por Emanuela Bove, Giulia Fiocca |
CRÍTICA URBANA N. 37 |

Leggere in italiano>>

Esta entrevista forma parte de un proceso de reflexión-acción sobre el papel de la arquitectura como herramienta para abordar los problemas de nuestro tiempo. Un dispositivo para seguir cuestionando cómo interactuamos con los contextos que habitamos y qué nos conecta con ellos.

Viviendo en ciudades marcadas por profundas transformaciones urbanas, como Barcelona y Roma, este diálogo, iniciado hace casi veinte años, se nutre de la experiencia en los territorios de origen y los que hemos transitado, manteniendo siempre una perspectiva meticulosa y crítica. Se estructura a través del aprendizaje de la vivencia cotidiana, la inmersión en contextos participando en los procesos de transformación social, de la toma de posición.


Emanuela Bove: La activación de prácticas compartidas de diversa índole (talleres, recorridos, proyectos, acciones colectivas, encuentros, etc.) nos ha permitido con el tiempo explorar realidades a menudo frágiles, a veces invisibles, que luchan por resistir la lógica cada vez más apremiante de la especulación y la mercantilización.
En una disputa constante por el derecho a la vivienda, a la ciudad y al territorio, ¿qué significa pensar la arquitectura como una herramienta capaz de responder a necesidades formales y funcionales, pero también sociales y políticas?

Roma Underground. Cartografia critica degli spazi occupati e autogestiti, 2025. IURmap informa urbis romae (Chiara Davoli + Leroy S.P.Q.R’dam).


Giulia Fiocca: En un mundo marcado por las crisis ambientales, sociales y de vivienda, la arquitectura ya no puede limitarse a respuestas estéticas o funcionales. Debe adoptar nuevas perspectivas, cuestionando el significado del proyecto en contextos cada vez más complejos y el valor de las prácticas sociales al margen de los procesos oficiales: realidades invisibles, pero reales, donde vivir es lucha, adaptación e inteligencia colectiva. Por lo tanto, repensar su papel, incluso a través de la acción directa, se vuelve esencial.

Las ciudades europeas con dificultad imaginan proyectos radicales y sensibles. La emergencia residencial se ha convertido en una condición estructural, mientras que la sostenibilidad ambiental y las desigualdades sociales suelen pasar desapercibidas en los procesos de toma de decisiones de las políticas urbanas. La vivienda no es solo el derecho a un techo, sino una condición existencial, cotidiana y cultural, y sigue siendo uno de los desafíos más acuciantes.
Es desde este punto de partida que me gustaría presentar el caso de Roma, cuya historia de autoorganización y lucha puede ofrecer una clave para repensar el sentido del habitar y, por tanto, de la arquitectura hoy.

Roma es un laboratorio urbano complejo: una ciudad donde la especulación inmobiliaria y la renta han prevalecido históricamente sobre el interés público, generando una crisis estructural de vivienda. Desde su proclamación como capital en 1870, ante la falta de políticas urbanas adecuadas a las necesidades primarias de la vida colectiva (vivienda, infraestructuras, equipamientos, espacios públicos, movilidad), la ciudad ha respondido desde abajo. Muchas personas se han autoorganizado, encontrando refugio en ruinas y edificios abandonados, construyendo comunidades e imaginando diferentes formas de habitar.

Esta situación de penuria ha generado movimientos sociales por el derecho a la vivienda, que han transformado la lucha por la supervivencia en un proyecto colectivo de emancipación. No todas las penurias han derivado en lucha, pero es evidente que parte de ellas ha dado lugar a un movimiento por el derecho a la vivienda que ha sido significativo por su magnitud, continuidad y resiliencia a lo largo de los últimos cincuenta años. Este ha protagonizado no solo formas de protesta, sino también la producción de normas, modelos de convivencia y prácticas de gestión colectiva. Una realidad compleja, marcada también por contradicciones, que sigue a la vanguardia de la transformación urbana actual. En el contexto europeo, Roma representa hoy una realidad extremadamente rica de experiencias sociales, culturales y políticas autoorganizadas. Se estima que entre 5.000 y 7.000 personas viven en inmuebles ocupados: edificios abandonados o rescatados de la especulación, reconvertidos en viviendas colectivas y solidarias, que dan respuesta a las necesidades residenciales, creando a la vez espacios comunitarios abiertos al barrio y a la ciudad.

Entre las experiencias emblemáticas: Porto Fluviale, un antiguo depósito militar ocupado desde 2003, que ha albergado a 60 familias durante casi veinte años, fomentando procesos de convivencia, cultura y diálogo con el barrio. Actualmente está sujeto a un proyecto público de regeneración urbana. Metropoliz, una antigua fábrica de embutidos, combina el habitar informal con el arte, gracias al MAAM (Museo dell’Altro e dell’Altrove) que recoge cientos de obras artísticas que soportan la ocupación. SpinTime / Santa Croce, un antiguo edificio de oficinas públicas en el centro de Roma, ahora alberga a 450 personas de 27 países y 27 entidades sociales: un modelo complejo y dinámico de convivencia autogestionada. El lago Bullicante, una antigua zona industrial salvada de la especulación inmobiliaria gracias a la movilización comunitaria, es ahora un ecosistema urbano, un ejemplo de regeneración espontánea y un laboratorio para el futuro. Estas comunidades demuestran cómo la autoorganización puede generar modelos urbanos alternativos, ecológica y socialmente sostenibles[1]

Agency For Better Living. Pabellón de Austria, Bienal de Arquitectura 2025, vista de la sección “Roma. Abitare le rovine del presente”. Foto © Hertha Hurnaus.


E.B.: Siguiendo con el ámbito de los edificios ocupados, los tópicos y los discursos relacionados con la seguridad, a menudo reiterados sin conocimiento directo, resaltan la importancia de hacer comprensible el mundo complejo y diverso que los anima. Cabe preguntarse entonces cómo describir estas experiencias sin retórica, dando voz y protagonismo a quienes las habitan cotidianamente. Pensando en un lugar como la Bienal de Venezia, que para su edición de 2025 se titula Intelligens. Natural. Artificial. Collective y se promueve como “un laboratorio dinámico que reúne a expertos en diversas formas de inteligencia”, surge la pregunta sobre cuál podría ser la relación entre estos mundos. ¿Qué papel desempeña Agency for Better Living y cómo ha surgido?


G.F.: Estas reflexiones y experiencias constituyen el contenido de Roma. Abitare le rovine del presente, una sección comisariada por mí y Lorenzo Romito en la exposición Agency for Better Living en el Pabellón Austriaco de la Bienal de Arquitectura de Venezia 2025, comisariada por Michael Obrist, Sabine Pollak y Lorenzo Romito[2].

 

En el contexto de la Bienal, tradicionalmente dominado por narrativas nacionales, por primera vez, Austria abre su pabellón al diálogo con otra ciudad, Roma, junto con su capital, Viena. La decisión curatorial ha sido presentar dos enfoques urbanos opuestos pero complementarios: dos de las posibles respuestas a las dinámicas neoliberales que hoy determinan gran parte de las políticas urbanas.

Mientras que Viena es descrita como un modelo consolidado de políticas públicas de vivienda inclusiva, fruto de décadas de inversión y atención social[3], Roma se muestra en cambio como un laboratorio de autoorganización, resistencia e innovación social: la capacidad de las comunidades para responder a la exclusión y la precariedad, habitando los intersticios que el abandono ha dejado vacíos en diferentes períodos históricos.

Al narrar dos experiencias urbanas —la vivienda social pública de Viena y las prácticas informales de base de Roma—, la exposición explora abiertamente la pregunta “¿arquitectura para quién?” e invita a la reflexión, el debate y la imaginación de nuevas posibilidades. La idea subyacente es que no existe una única forma posible de “habitar mejor”. El pabellón, dividido simétricamente en dos alas, alberga las dos historias: sin jerarquía, sino un diálogo entre dos ciudades, posibles modelos urbanos, una oportunidad de aprendizaje mutuo para quienes viven, diseñan y gestionan. El pabellón no se limita a exhibir, sino que toma posición: en su centro, el patio se convierte en un espacio de encuentro y negociación. Aquí, durante los meses de exposición, la Agency se mantiene activa: asambleas públicas y reuniones con las comunidades involucradas darán lugar a la elaboración de un manifiesto final para una vida mejor. El pabellón se transforma así en una agencia viva, un laboratorio de pensamiento, donde la arquitectura se convierte en un espacio de escucha y debate.

ADN de una lucha, de Jessi Birtwistle, 2025. Columna coclide con escenas de la historia de la lucha por la vivienda en Roma. Foto: Giulia Fiocca.


E.B.: Por lo tanto, sigue siendo esencial promover una planificación urbana social que fortalezca la vida comunitaria y su capacidad de influir en el espacio urbano, moldeándolo según las prioridades colectivas. Implementar una arquitectura basada en la escucha, que transforme la idea del proyecto en un proceso capaz de interactuar con los lugares y quienes los habitan para contribuir a la justicia social y ambiental. ¿Qué prácticas pueden cooperar a forjar este proceso?


G.F.: Las prácticas descritas en el pabellón demuestran que, entre las políticas públicas y las demandas populares, existen nuevas posibilidades, capaces de concebir la ciudad como una entidad compleja que conjuga comunidad, forma y justicia, ecología e inclusión.

Relatar estas experiencias es necesario, pero debe hacerse con responsabilidad: la visibilidad apoya las reivindicaciones, pero también puede sobreexponer a la comunidad, poniéndola en riesgo. En nuestro caso, las comunidades romanas representadas eligieron participar conscientemente, y nos encargamos de dar espacio a sus autonarraciones, un proceso central para la construcción de la sección romana. Esto ha sido posible gracias a la experiencia adquirida por el colectivo Stalker durante años de recorrer la ciudad, sus realidades marginales y su participación activa en disputas sociales y políticas.

Sacar a la luz estas realidades en un escenario internacional es, ante todo, una acción política y cultural. Implica asumir la responsabilidad de contar, pero también de proteger. Implica reafirmar que vivir es un acto político, un gesto de resistencia, pero también un espacio para la imaginación. La narración de Roma nos ayuda a comprender que es posible repensar las políticas urbanas, comenzando por la participación activa de las comunidades, de quienes luchan, de quienes habitan, y la capacidad colectiva de encuentro entre diferentes personas. Poner en valor el conocimiento situado y cotidiano es crucial hoy en día.

“¿Arquitectura para quién?” no es solo una pregunta crítica. En una época marcada por transiciones radicales y rápidas —sociales, económicas, ecológicas, energéticas y tecnológicas—, la comparación entre Roma y Viena nos invita a repensar el diseño urbano no como una utopía, sino como una posibilidad concreta. Todo esto lo acoge Venezia, una ciudad frágil en cuanto a cuestiones de justicia ambiental y social, pero aun vibrante, donde las realidades, las personas y los procesos persisten en la defensa del habitar cotidiano: el lugar perfecto para albergar esta reflexión.

_____________

Notas

[1] Para más información se pueden consultar: https://spintime.net/#occ y los siguientes artículos en: Crítica Urbana: Irene Di Noto, “La città pubblica (r)esiste!”, n.12/2020; Giorgio de Finis, “Ripensare la città passando per il museo”, n.13 /2020; Giulia Fiocca “Dove la natura si riprende i suoi diritti”, n. 24/2022.  

[2] Sitio web del Pabellón austriaco 2025: labiennale2025.at/en/   

[3] En Viena, el 77% de la población vive en viviendas de alquiler, y el 55% en viviendas con control de alquiler. La ciudad cuenta con 220.000 apartamentos, además de 200.000 unidades gestionadas por cooperativas sin ánimo de lucro. La vivienda social está diseñada para todos, con umbrales de acceso extremadamente amplios. En teoría, el sistema está disponible para el 80% de la población, y dos años de residencia son suficientes para acceder a él, sin necesidad de tener la ciudadanía austriaca.        


Nota sobre las autoras

Emanuela Bove. Arquitecta, investigadora independiente y docente. Su trabajo se centra en la cooperación, el urbanismo participativo y la acción comunitaria, el derecho a la vivienda y a la ciudad. Es miembro de la Taula Veïnal d’Urbanisme de Barcelona, de la red SET (Sur de Europa frente a la Turistificación) y del consejo de redacción de Critica Urbana. + artículos de la autora en Crítica Urbana.

Giulia Fiocca. Arquitecta, investigadora independiente, activista. Se ocupa de transformaciones urbanas y sociales, comunidades marginales, espacios abandonados, prácticas de autoorganización social y cultural, desde 2007 con Stalker en Roma. + artículo de la autora en Crítica Urbana.

Para citar este artículo:
Emanuela Bove, Giulia Fiocca. El habitar como acto político. Espacios de resistencia, lugares de posibilidad. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol. 8, núm. 37, Arquitectura, ¿para quién? A Coruña: Crítica Urbana, septiembre 2025.

Critica Urbana n. 37
Share

Reflexión crítica

Quizás también te interese

Por una arquitectura para la reproducción de la vida
22 septiembre, 2025
Manifesto en defensa do territorio
22 septiembre, 2025
Entrevista a Raquel Rolnik
22 septiembre, 2025
  • Buscar

  • SUSCRIPCIÓN

    Recibe gratuitamente Crítica Urbana en tu correo cada tres meses.

    Tu suscripción nos ayuda a contar con un público base que le otorga soporte y sentido a este proyecto.

    CONSENTIMIENTO

  • LIBRO DE CRÍTICA URBANA: DESCÁRGALO GRATIS

  • Estamos en las redes

  • Nuevo número. 36. Territorios Activos

  • Números anteriores

    • Crítica Urbana 36: Territorios Activos
      22 junio, 2025
    • Crítica Urbana 35: Producción fabril para la producción...
      24 marzo, 2025
    • Crítica Urbana 34: Más allá del pensamiento hegemónico
      11 diciembre, 2024
    • Crítica Urbana 33: Memoria y ciudad
      22 septiembre, 2024
    • Crítica Urbana 32: Lecturas para el pensamiento crítico
      23 junio, 2024



  • Crítica Urbana

    Revista de Estudios Urbanos y Territoriales.
    Quienes somos, nuestros principios
    contacto@criticaurbana. com
    A Coruña. Galicia. España
    ISSN 2605-3276

  • Politica de Privacidad

    Aviso legal y cláusulas de privacidad

    Nuestra política de Cookies

  • Síguenos en las redes


Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.