Por Anna Moreno Gómez y Daniel Pardo Rivacoba|
CRÍTICA URBANA N.10
|
La red SET (Sur de Europa contra la Turistización) reúne actualmente a una veintena de colectivos de territorios de la región que, más allá de las singularidades locales de cada uno de ellos, comparten dos características: por un lado, sufrir un proceso de turistización con duras consecuencias sociales y ambientales; por el otro, reaccionar a él con una actitud crítica que rechaza tal proceso y presenta la necesidad de frenarlo o revertirlo.
Esta red[1] vio la luz durante la primavera de 2018 con la presentación de un manifiesto fundacional[2] y tras meses de trabajo labrado en diferentes encuentros previos. En él se destacan algunos conflictos compartidos: aumento de la precarización y de la reducción del derecho a la vivienda, en buena parte por la especulación turística; encarecimiento y transformación del comercio local por su especialización en usos turísticos inútiles para la vida cotidiana, masificación de calles y plazas, así como de la red pública de transporte; especialización de la economía del territorio en el sector turístico, tendente al monocultivo; precarización de las condiciones laborales de la población; alta generación de contaminación (aviones, cruceros, autocares, etc.) y residuos; uso desmesurado y ampliación constante de infraestructuras (carreteras, puertos, aeropuertos, depuradoras, desaladoras, etc.) que desfiguran el territorio.
Los diferentes nodos de la red SET compartimos una visión crítica con los procesos de turistización tal como se están produciendo en nuestros territorios con dinámicas a menudo muy similares, y a la vez somos conscientes de su diversidad, de la singularidad de algunas de estas dinámicas y de los propios lugares. Es por ello por lo que no aspiramos a una respuesta única como alternativa, más allá de un aumento de la limitación de la actividad turística que en algunos casos puede pasar por planes de decrecimiento turístico -como defendemos desde la ABDT[3] para Barcelona- y en otros por medidas de freno, control o restricción de actividades concretas.
La lógica de construir redes es una característica de varios de los colectivos que la integran. En ciudades como València o Barcelona, Entrebarris y la ABTS son ya espacios de coordinación de colectivos de barrio o de temáticas específicas, del mismo modo que en Italia la participación inicial de colectivos de Venezia y Firenze ha facilitado a continuación la de otras ciudades (Genova, Napoli, Roma, etc.) con las que ya tenían relación. El objetivo es claro: a partir de la conciencia de los procesos de desposesión y desplazamiento de población que sufren nuestros territorios, compartir diagnósticos, estrategias y propuestas para poder extender la respuesta y hacer que resuene en toda la región.
El trabajo en red, tanto hacia dentro como hacia fuera, se hace imprescindible en campos como la lucha contra la turistización, en que se da una fuerte resistencia inicial a relatos alternativos a la verdad oficial de inevitabilidad y beneficios para toda la población, y en los que, incluso cuando se llega a quebrar ese consenso, la movilización suele ser discreta.
Esta lógica es un punto clave de no pocos movimientos sociales: sumar esfuerzos, intercambiar conocimientos y experiencias y abrir el foco es una opción habitual que conlleva esfuerzos adicionales. Será necesario reforzar la red para contrarrestar las limitaciones que imponen la distancia y la baja frecuencia de los encuentros.
Pese a ello, la red SET está cumpliendo con los compromisos adquiridos: un encuentro colectivo anual y una fecha de acciones coordinadas en los diferentes territorios. Esta última ha tomado como símbolo el Día mundial del turismo (27 de septiembre), utilizado por el sector turístico internacional para glosar sus (falsas) bondades, blanquear los estragos que causa y llenarse la boca hablando de sostenibilidad y retorno social. En 2019, la fecha coincidía con la convocatoria de la Huelga Mundial por el Clima, que fue aprovechada por varios nodos de la red para articular su acción local en términos de huella climática del turismo, coordinándose para ello con los movimientos locales de lucha por la justicia climática. En cuanto a los encuentros, el primero tuvo lugar en Barcelona a continuación del nacimiento de la red, durante el 2º Fòrum Veïnal sobre Turisme[4] de mayo de 2018, y el segundo un año después en Sevilla durante el encuentro ESTAR[5], convocado por diversos colectivos locales en reacción a la celebración del encuentro internacional del lobby turístico global, la UNTWO (World Tourism Organization) en la misma ciudad.
¿A qué nos referimos con Sur de Europa?
El ámbito de la red SET ha sido definido de manera natural a partir de los encuentros que desde 2016 se han ido dando en unos y otros lugares mediante invitaciones cruzadas, sin otra intención que aprender de las experiencias de las vecinas, pero que pronto evidenciaron la coincidencia en cuanto a conflictos y respuestas. La idea de la red nace de esos primeros encuentros en Palma, Venezia, Barcelona o Lisboa, y se extiende rápidamente. Por tanto, el primer criterio es sencillamente la proximidad y el conocimiento entre algunos de los colectivos, de manera que a la hora de dar un nombre a la red la etiqueta Sur de Europa resulta totalmente natural. Surge casi inmediatamente después una reflexión más pausada: este ámbito geográfico no es en absoluto casual; por el contrario, tiene un significado geopolítico claro. Es obvio que otros lugares de Europa y de todo el planeta sufren procesos de turistización similares en muchos aspectos, pero también que lo hacen en contextos distintos y con impactos diferenciados.
Portugal, Italia y España son tres de los cuatro países bautizados por medios financieros anglosajones -con evidente menosprecio- PIGS (cerdos y, a la vez, siglas de estos 3 estados más Grecia) a raíz de la crisis económica de 2008. PIGS, crisis, austeridad, troika… y ahora, nos cuentan, recuperación. Una recuperación muy parcial y, en términos macroeconómicos, construida a base de políticas liberalizadoras que ahondan en la precarización vital de la población. Tanto en Portugal como en España, modificaciones legislativas en el mercado de la vivienda (ventajas fiscales a sociedades de inversión, flexibilización de las normativas de alquileres, golden visas…) han facilitado o atraído la llegada en masa de fondos internacionales que agravan la precariedad habitacional en las ciudades de manera salvaje, como vemos semana tras semana en las asambleas de vivienda de nuestros barrios. Las legislaciones laborales, modificadas supuestamente para aumentar la competitividad, buscan la bajada de salarios, una flexibilidad cada vez mayor de los horarios y del despido, poniendo a las personas trabajadoras prácticamente a merced del empresariado.
De igual manera, buena parte de la llamada recuperación económica de estos estados se da mediante la aceleración en los procesos de turistización. El Sur de Europa se confirma como balneario de las vacaciones del primer mundo y, cada vez más, de los llamados países emergentes. Aumenta año tras año la afluencia masiva a paraísos turísticos ya consolidados como Mallorca, Venezia o Barcelona, mientras vemos que ciudades menos explotadas hasta hace poco como Lisboa, Napoli o Porto sufren una intensificación durísima del proceso de turistización, y otras previamente ignoradas por los mercados turísticos internacionales se suman rápidamente a la larga lista.
Se da así una dificultad importante a la hora de oponerse a estas dinámicas. Aunque resulta más o menos sencillo explicar el conjunto de impactos sociales, ambientales, habitacionales, laborales, climáticos, etc. de la turistización, la realidad es que tras la crisis hay sobre la mesa pocas alternativas para reemplazar al turismo, impuesto como motor económico por el neoliberalismo, y aún menos margen para plantear escenarios de no crecimiento. Así las cosas, y en un ejercicio de cortoplacismo que puede acabar pasando factura antes de lo que muchos piensan, las élites económicas se frotan y estrechan las manos, los poderes públicos les ponen alfombras rojas y gran parte de la población, incluso siendo consciente de la gravedad del problema de fondo, se resigna.
Estas características del contexto actual son las que hacen más necesaria la existencia de la red SET y su ampliación. Por motivos ya comentados, sería muy interesante que esta ampliación, además de aumentar la red en Italia, Portugal y España, se extendiera también a Grecia. Y, por qué no, a territorios de la ribera sur del Mediterráneo que, como Egipto, están viviendo movilizaciones importantes (muy ignoradas desde el norte) contra procesos de expulsión masiva motivados por grandes desarrollos turísticos.
______
[1] La forman actualmente colectivos de Barcelona, Bergamo, Bologna, Camp de Tarragona, Canarias, Córdoba, Firenze, Genova, Girona, Ibiza/Pitiusas, Lisboa, Madrid, Málaga, Malta, Napoli, Oporto, Palma, Palermo, Pamplona/Iruña, Roma, Rimini, San Sebastián/Donostia, Sevilla, Valencia, Venezia.
[2] https://assembleabarris.wordpress.com/2018/04/26/roda-de-premsa-resentacio-de-la-xarxa-setnet-del-seu-manifest-fundacional-i-del-2n-forum-veinal-sobre-turisme-18-i-19-de-maig/
[3] La ABTS (Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible) se formó en Barcelona en 2015 y recientemente ha cambiado su nombre al de Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic.
[4] https://assembleabarris.wordpress.com/resumen-del-2n-forum-veinal-sobre-turisme/
[5] https://cactusevilla.wordpress.com/2019/04/02/limpiando-unos-barrios-olvidando-otros/
|
Nota sobre los autores
Anna Moreno Gómez es vecina del distrito Ciutat Vella (Barcelona), miembro activa de diferentes colectivos: ABDT (Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic), Ciutat Vella No Està En Venda, Negreta Feminista, Asamblea de vivienda Raval Rebel y red SET.
Daniel Pardo Rivacoba es vecino del barrio de Sant Pere (Barcelona), miembro de Ciutat Vella No Està En Venda , de la ABDT y de la red SET. Es habitual en diferentes colectivos sociales y redes vecinales de la ciudad, especialmente del distrito de Ciutat Vella.
Para citar este artículo: Anna Moreno Gómez y Daniel Pardo Rivacoba. PIGS unidos contra los tiburones del turismo. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol.3 núm.10 Qué turismo. A Coruña: Crítica Urbana, Enero 2020. |