Por Jean-Pierre Rossie |
CRÍTICA URBANA N.30 |
En este artículo veremos cómo los niños desarrollan una relación concreta con su entorno a través del juego y la fabricación de juguetes. Esta relación se desarrolla más en los grupos de juego y mediante la interacción de dos o más jugadores que cuando juegan solos. Al participar en grupos de juego, aprenden a explorar, conocer, dominar y utilizar el entorno físico local.
Las observaciones de grupos de juego y actividades lúdicas que se detallan a continuación[1] proceden de un lugar al que la población local aún se refiere como Douar Ouaraben, nombre de un pueblo amazigh (bereber) situado al pie del Anti-Atlas y que desde hace doce años está integrado en la ciudad de Tiznit, como barrio de Hay Iderk.
Douar Ouaraben: de pueblo a barrio de la ciudad
En este nuevo barrio, las calles están pavimentadas desde hace varios años y las aceras desempeñan un papel importante como zona de juegos para los niños pequeños y las niñas. También se utilizan algunos solares o terrenos vacíos entre las casas. Se trata de zonas de juego al aire libre, más o menos bajo el control de los adultos, o de niñas mayores si los niños de más de tres años se aventuran en el espacio público. En este nuevo barrio, las calles con poco o ningún tráfico se utilizan con regularidad. Los niños en edad escolar primaria y los adolescentes, pero menos las niñas de estas edades, utilizan lugares fuera de la vista de los adultos.
La movilidad de los niños mayores y los adolescentes puede describirse como bastante independiente de la de los adultos, y en el caso de los adolescentes incluso como en gran medida independiente. Hace unas décadas, la edad para salir sin la supervisión de los padres era de aproximadamente ocho años. Sin embargo, como consecuencia de la mayor inseguridad percibida recientemente por los padres en Tiznit, la supervisión de los niños por parte de los adultos se ha hecho más estricta.
Cuando un pueblo se urbaniza, los niños pierden suficiente material natural para crear juguetes, pero ganan material reciclado como ladrillos, madera de carpintería, yeso, polietileno, que utilizan parcial o totalmente. En un lote de construcción en Douar Ouaraben, cuatro niños construyeron un automóvil en 2021 con ladrillos y losas utilizadas para pavimentar las calles (Fig. 1).
Así que no es exagerado decir que las niñas y los niños son especialistas en reutilizar objetos que buscan activamente o encuentran por casualidad. Los materiales utilizados son de origen local o importado, pero siempre se recogen para utilizarlos en actividades lúdicas. La variedad y el número de estos objetos reciclados no deja de crecer. Un vídeo realizado por Khalija Jariaa muestra la gran variedad de objetos que un grupo de chicas jóvenes y mayores están utilizando en 2021 para crear una gran casa con todas las comodidades de un hogar familiar acomodado (https://youtu.be/GE7gamqzKx8).
Actividades lúdicas que hablan de las transformaciones en marcha
Algunos juegos recientes nos permiten descubrir los puntos de vista de los niños sobre situaciones nuevas. Situaciones relacionadas con la globalización y aspectos del mundo adulto que, incluso hace veinte años, permanecían fuera del campo de observación de estos niños amazigh. Juegos que preparan a los niños para los aspectos positivos y negativos del mundo adulto. En sus grupos de juego, los niños y adolescentes adaptan y modifican los temas según sus puntos de vista, sus necesidades y sus esperanzas. En los grupos de juego de los niños que viven en zonas urbanas, el inconformismo hacia los modelos del mundo adulto de antaño va en aumento. Como en Douar Ouaraben, donde el cambio de valores y comportamientos hacia nuevos intereses y estilos de vida se observa más fácilmente que en las aldeas remotas del Anti-Atlas. La puesta en escena de esbeltas muñecas de plástico en papeles no tradicionales incluye muñecas de jóvenes mujeres locales haciendo ejercicio en un gimnasio, y muñecas vestidas con ropa occidental que representan a jóvenes mujeres de origen marroquí que viven en Europa. En 2006, un grupo de juego de dos niñas de 8 años representaba a muñecas turistas en la playa (Fig. 2).
En esta zona urbanizada, dos niñas de 8 y 10 años practican un juego excepcional: dan a una esbelta muñeca de plástico el papel de bailarina de la danza del vientre. Todas estas esbeltas muñecas de plástico no llevan pañuelo en la cabeza, a diferencia de las muñecas tradicionales creadas por niñas. En otras actividades lúdicas, las niñas de Douar Ouaraben hablan también de la situación de los niños discapacitados en un hogar privado de Tiznit, del riesgo de abusos sexuales para una adolescente, de la violación de una niña en Casablanca, de una niña con una discapacidad grave cuya madre está a punto de pedir ayuda a la Oficina Marroquí de Derechos Humanos, y juegan al Día Internacional de la Mujer. Un grupo de juego de cuatro niños (de 5 a 12 años) y un segundo grupo de nueve niños (de 6 a 12 años) de Douar Ouaraben representan la guerra de Gaza en 2009.
Continuidades
La continuidad en los grupos de juego de los niños de Douar Ouaraben sigue siendo fundamental. Aunque la forma y el contenido de sus actividades lúdicas están cambiando, muchas de las características de la tradición siguen presentes. Estas características incluyen ser principalmente colectivas, actividades al aire libre, vinculadas a la vida real, sin la intervención de adultos, y dependiendo sólo en pequeña medida de recursos externos. Salvo algunas excepciones, los juguetes y el material de juego siguen siendo de origen local y son fabricados o encontrados por los propios niños. No obstante, aumenta el número de juguetes comprados por familiares adultos o traídos por turistas y familiares residentes en Europa.
Puede decirse que en esta región las actividades lúdicas de los niños ofrecen un espejo del mundo de los adultos, que los niños suelen ver de forma positiva al presentar personajes idealizados y actividades valoradas. Sin embargo, algunos de los juegos de niños y niñas muestran comportamientos adultos contrarios a las normas locales y temas de juego que indican algunos de los aspectos negativos de la vida adulta. Es innegable que en los juegos de los niños del Anti-Atlas aumenta el inconformismo hacia los modelos del mundo adulto de antaño. Sobre todo en un entorno urbano como Douar Ouaraben, donde el cambio de valores y comportamientos hacia nuevos intereses y estilos de vida puede observarse más fácilmente que en las aldeas remotas. Desde finales del siglo XX, pero aún más tras la difusión de Internet a principios del siglo XXI, las cadenas de televisión marroquíes, egipcias, francesas y de otros países han acercado mucho el mundo exterior a los niños de las zonas urbanas. En los últimos quince años, la evolución ha sido más rápida e intrusiva. Después de la televisión y las antenas parabólicas, los juegos electrónicos y los teléfonos móviles, el Smartphone ha conquistado el mundo rural y se está infiltrando en los juegos.
La emigración y la industria del juguete que condicionan la creatividad
Los marroquíes que crecieron en el Anti-Atlas pero emigraron a Europa influyen en los niños de sus lugares de origen. Entre los juguetes que estos adultos regalan a los niños hay muñecas tipo Barbie, peluches, pistolas de agua de gran potencia, triciclos, patinetes, coches y camiones, juguetes electrónicos y, a veces, figuras de acción de fantasía. El estilo de vida de las jóvenes marroquíes que viven en Europa también se refleja en los juegos de fantasía de las niñas de Douar Ouaraben, como las muñecas que dos hermanas (de 10 y 11 años) vistieron a la moda europea en 2009 (Fig. 3).
La influencia de la industria juguetera es cada vez mayor. Esto puede verse fácilmente en los grandes festivales y ferias anuales que se celebran en los pueblos y ciudades del Anti-Atlas. La importación masiva de juguetes de plástico fabricados en China está alterando la tradición de crear juguetes. Además, sustituye la creatividad de los niños por la actitud de ver los juguetes como un regalo de los adultos, un regalo que era poco frecuente en las comunidades rurales.
Esta evolución no se limita a la cultura material, ya que nuevas ideas, valores y actitudes se infiltran en los objetos, como en el juego de niños inspirado en las noticias de televisión sobre las inundaciones de Casablanca en 2011. Un juego para el que inmediatamente se inventó un helicóptero de rescate, con el que juegan a rescatar muñecas de estilo tradicional que han recibido de los vecinos (Fig.4). Sin embargo, para estos niños amazigh de Douar Ouaraben, estas transformaciones no parecen crear ningún conflicto entre la cultura lúdica tradicional y la reciente.
Traducción de Daniel Narváez
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Notas
[1]. La investigación realizada entre 2005 y 2020 contó con la valiosa colaboración de Khalija Jariaa, una mujer amazigh que vive en este lugar. Para más detalles, consulte: Rossie, J.-P.; Jariaa, Kh.; Daoumani, B.; Fassoulas, A. (2021). Culturas lúdicas saharianas y norteafricanas. Juegos de simulación de niños amazigh del Anti-Atlas marroquí. Braga: Centro de Estudios Filosóficos y Humanísticos.
Nota sobre el autor
Jean-Pierre Rossie es antropólogo sociocultural, investigador asociado en el Centro de Estudios Filosóficos y Humanísticos de Braga, Portugal. Autor de las colecciones “Culturas lúdicas saharianas y norteafricanas” (6 volúmenes) y “Catálogos de juguetes para niños saharianos – norteafricanos – amazigh” (5 volúmenes). Estos libros también existen en versión inglesa. Todas las publicaciones de los autores y PowerPoints están disponibles en https://ucp.academia.edu/JeanPierreRossie
Para citar este artículo:
Jean-Pierre Rossie. Espacios y grupos de juego en la ciudad de Tiznit en Marruecos. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol.6 núm. 30 Ciudades, infancias y juegos. A Coruña: Crítica Urbana, diciembre 2023.