La ciudad y el territorio como un sistema vivo

Por Maricarmen Tapia Gómez |
CRÍTICA URBANA N. 32 |
Directora de Crítica Urbana |

Con este número queremos rescatar y reivindicar la historia crítica, esté o no en las revistas indexadas, y más aún, como se comprobará en la lectura, muchos de estos autores y autoras no estén en los programas de formación, ni en los bestseller de las cuestiones territoriales. No se intenta aquí hacer un listado de clásicos, ni dictar desde un podio, sino adentrarse en la experiencia de otros, para descubrir o releer.

La invitación para este número fue compartir autoras y autores que marcaron nuestro pensamiento crítico. El resultado: interesantes reflexiones para reconstruir la propia historia de quienes influyeron en la mirada crítica de la realidad, pero cargada de ganas de transformarla.

En mi propio ejercicio me asombró encontrar a estos autores que no están en mis bibliografías actuales, pero ciertamente abrieron mis ojos, perspectivas y capacidad de pensar la complejidad de la realidad. Lewis Mumford (1895), recomendado por mi estimado profesor Miquel Domingo i Clota, con “La ciudad en la historia” (1961). Aunque requiere una lectura crítica, desprovista de sesgos culturales de la época, me entregó una fascinante historia de ese gran objeto que desde muy temprano capturó mis intereses: la ciudad como organismo vivo, su evolución y cómo la forma fue, y es, reflejo de los aspectos sociales, económicos y culturales. Un colosal libro que no quieres que acabe, sumergida en las más de 700 páginas, en la historia desde la perspectiva de la conformación y morfología urbana.

Librería Ler Devagar, Lisboa, 2019. Foto: Maricarmen Tapia

De naturaleza muy diferente y enraizado en la forma urbana, Manuel de Solà-Morales i Rubió (1939) fue amante de la profesión y profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la Universitat Politècnica de Catalunya. Escribió sus lecciones y marcó la metodología de trabajo que nos ha acompañado a muchos -tanto en los análisis históricos como en la evaluación de diseños y políticas urbanas actuales- con su libro “Les formes de creixement urbà” (1993), publicado por la editorial de la propia Escuela. Ciertamente una brújula segura para entender la morfología urbana y reconocer las huellas de las etapas del proceso de urbanización.

Desde una vertiente completamente distinta apareció Leonie Sandercock (1949) con “Cosmopolis II: Mongrel Cities of the 21st Century” (2003). Fue la primera vez que leí y supe de análisis multicultural y de cómo nuestras ciudades esconden las historias de quienes la construyeron. Explica la recuperación de la memoria de los japoneses y chinos, negros y latinos en Estados Unidos e interesantes políticas urbanas en Alemania ¿Era posible hacer proyectos no discriminatorios? ¿Discriminamos con nuestro diseño? Un rotundo sí fue el aprendizaje con esta autora. Fue la primera vez que se me planteaba de bofetón la discriminación de las mujeres en el diseño de la ciudad… la violencia de la omisión. Lo leí entonces, pero fue mucho después cuando he ido integrando estas lecciones.

Autores y autoras hay muchas más, pero estos fueron un momento de cambio en la manera de pensar, analizar e imaginar, que llevó a otras corrientes y autores para profundizar o desarrollar nuevos temas en busca de respuestas a las acuciantes y a veces paralizantes contradicciones e injusticias urbanas. Recojo hoy conscientemente este aprendizaje y leo a las autoras y autores protagonistas de este número, como un manojo precioso, para volver a maravillarme de la mente humana, del corazón que nos guía a querer seguir adelante.