• Inicio
  • La Revista
    • Quiénes somos
    • Próximos números
    • Normas de publicación
  • Entrevistas
  • Número actual
  • Números anteriores
  • Súmate
  • Inicio
  • La Revista
    • Quiénes somos
    • Próximos números
    • Normas de publicación
  • Entrevistas
  • Número actual
  • Números anteriores
  • Súmate

Medio siglo de vida de la Sociedade Galega de Historia Natural

22 junio, 2025

Por Serafín González Prieto |
CRÍTICA URBANA N. 36 |

Apenas 87 días después de que se celebrara por vez primera el Día Mundial del Medio Ambiente, en 1973, el Gobierno Civil de A Coruña resolvió la inscripción del Grupo Ornitológico Gallego de acuerdo con la ley de asociaciones de 1964, aún vigente en esos últimos años del franquismo.

Aunque su nombre podría sugerir un ámbito de actuación restringido a la ornitología, el Grupo nació con una amplitud de miras adelantada a su tiempo y con un ámbito de actuación más allá de las aves, al incluir explícitamente en su finalidad el “estudio de la naturaleza en general (mamíferos, insectos, vegetación, etc.)” y “difundir estos fines el máximo posible y procurar conseguir la protección de la naturaleza”. Con esta base, apenas tardó cuatro años en producirse la refundación del Grupo Ornitológico Gallego en la Sociedade Galega de Historia Natural, una de las más veteranas ONG de defensa ambiental de España, con el lema “estudiar y divulgar para defender y conservar el patrimonio natural gallego”.

Cartel de la campaña contra la caza de ballenas. Fuente Sociedade Galega de Historia Natural.

Para poner en contexto lo ‘revolucionario’ que resultó la constitución de ambas entidades, hay que tener en cuenta que la Xunta de Galicia y el Gobierno Central no crearon una consejería y un ministerio del Medio Ambiente hasta casi un cuarto de siglo después. Cuando en 2015 los líderes mundiales adoptaron una agenda global para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todos (Naciones Unidas, 2015), los dos Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el medio ambiente llevaban nada menos que cuatro décadas en el día a día de la Sociedade Galega de Historia Natural.

Ya con 52 años de historia, la Sociedade Galega de Historia Natural mantiene su lema de estudiar y divulgar para defender y conservar el patrimonio natural gallego, desarrollando un sinfín de actividades e iniciativas siempre guiadas por la pasión y el compromiso. En el campo del estudio es necesario destacar la coordinación del Programa Arao de la Unión Europea, la publicación del Atlas de Vertebrados de Galicia en 1995 y la actualización para anfibios y reptiles en 2010, así como el Atlas y libro rojo de Carabini, Cychrini y Lucanidae en 2014. Mención aparte merece la publicación de Braña a partir de 1977, la primera revista científica en gallego que, luego de una trayectoria impresa marcada por las dificultades económicas, se “reencarnó” en 2013 en una versión electrónica de acceso libre.

Combinando estudio y defensa ambiental, la información recopilada, ya desde 1973, con los censos anuales de aves acuáticas invernantes aportó la documentación básica para la declaración de los cinco humedales gallegos de importancia internacional según la Convención de Ramsar: la Ría de Ortigueira y Ladrido y el Complejo Umia-Grove-Carreirón en 1989; la Laguna de Valdoviño y el Parque Natural de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vixán en 1993; y la Ría de Ribadeo en 1994.

Entre las labores de defensa ambiental, destaca la colaboración activa de la Sociedade con Greenpeace Francia (esta ONG aún no tenía presencia en España) en la movilización internacional contra la caza de ballenas desde 1980 (las tres factorías españolas estaban en Galicia) y en lograr el cambio del voto de España en la Comisión Ballenera Internacional que permitió la moratoria de la caza de ballenas en 1982. De nuevo colaborando con Greenpeace Francia y otras asociaciones, la Sociedade estuvo presente en el histórico y simbólico viaje del pesquero ‘Xurelo’ para demandar una prohibición internacional para los vertidos radioactivos en la Fosa Atlántica que se alcanzó en 1983. Continuando con el ámbito marino, colaboró en las tareas de limpieza del litoral y recuperación de fauna petroleada a raíz de las sucesivas mareas negras que asolaron las costas gallegas (Andros Patria, Mar Egeo, Prestige).

Amenazada de destrucción por un proyecto urbanístico, la Isla de Cortegada consiguió salvarse hasta llegar a formar parte del actual Parque Nacional de las Islas Atlánticas (el único en Galicia) gracias en buena medida a las intensas actuaciones de la Sociedade Galega de Historia Natural para su protección. En el otro extremo de Galicia, las amenazas para la conservación de las singulares sierras orientales venían de la mano de las canteras de pizarra y caliza. La ambiciosa propuesta lanzada por la Sociedade para declarar el gran Parque Natural de las sierras del Courel, Cereixido, Os Cabalos e Enciña da Lastra entre Galicia y León consiguió un éxito parcial con la declaración nada más, pero también nada menos, que del Parque Natural de la Sierra de Enciña da Lastra. No han corrido, de momento la misma suerte, las propuestas de recuperación de las tres grandes lagunas ibéricas (Antela, La Nava y La Janda) presentada junto con la Asociación de Naturalistas Palentinos y la Asociación de Amigos de la Janda, ni la de otros humedales gallegos presentada junto con el Grupo Naturalista Hábitat.

Dando un paso más para lograr una idónea defensa del patrimonio natural, entre las acciones que la Sociedade desarrolla se incluye desde hace 33 años la custodia del territorio, pues ya en 1992 (15 años antes de que se recogiese en la Ley 42/2007) se puso en marcha uno de los primeros acuerdos en Galicia: la Comunidad Cisterciense de Sobrado dos Monxes cedía a la Sociedade durante 10 años la gestión de la laguna de Sobrado y terrenos colindantes con el único fin de conservar y poner en valor, a través de actividades divulgativas y educativas, este importante humedal. Continuando en esa línea, en julio de 2010, integrada por Sociedade Galega de Historia Natural, la asociación Rabo de Galo y el Grupo Naturalista Hábitat, comenzó la andadura de la Fundación Fragas do Mandeo dedicada a la custodia del territorio para proteger la naturaleza y promover su conservación en la comarca de As Mariñas (A Coruña). Otra gran apuesta por la custodia del territorio se puso en marcha en 2011 con la creación de la Sección Antela, que en la actualidad custodia casi un centenar de parcelas en A Limia con una superficie total de 65 ha, en algunas de las cuales se han realizado intensos trabajos de restauración ambiental, incluyendo una pequeña parte de la antigua laguna de Antela en la que se concentra casi la cuarta parte de una planta en peligro de extinción (Eryngium viviparum).

Lagoa de Sobrado dos Monxes, en la Reserva da biosfera das Mariñas Coruñesas.e Terras do Mandeo. Foto: José Antonio Gil Martínez, en Wikimedia Commons.

En el campo de la divulgación, además de la revista Paspallás y los voceros sobre espacios naturales (A Frouxeira, Doniños, Ferrolterra, Macizo Central Ourensano, Ribeira Sacra, Brañas de Sada) o temas específicos (ballenas, energía nuclear, lobo, incendios forestales, micología, ornitología), la actuación más singular es la creación, mantenimiento y potenciación del Museo de Historia Natural de la Sociedade, sito en Ferrol desde 1991 y en el que destacan muy especialmente las piezas relacionadas con el medio marino, incluyendo el esqueleto de una ballena de 18 metros, los holotipos o ejemplares con los que se describieron cuatro especies de zifios fósiles y la colección malacológica del almirante Montero de Gay.

Por último, gracias a su representación en distintas comisiones y comités de participación ciudadana (Observatorio Gallego de la Biodiversidad, Comisión Gallega de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible), así como a la participación muy activa en los trámites de información pública de leyes y proyectos con efectos sobre el medio natural, la Sociedade Galega de Historia Natural contribuyó, entre otros hechos destacables, a la declaración de la Zona de Especial Protección para Aves de A Limia, a conseguir la protección de la perdiz pardilla, el avefría y (parcialmente) la agachadiza, así como a mejorar el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas, el Plan de Ordenación del Litoral o los Planes Rectores de Uso y Gestión y Planes de Ordenación de los Recursos Naturales de los Parques Naturales y el Parque Nacional. También a pulir los aspectos más negativos del Plan de Gestión del Lobo y los de tantos y tantos proyectos públicos y privados de todo tipo que amenazaron y amenazan el patrimonio natural gallego: concentraciones parcelarias, eucaliptización, parques eólicos, centrales térmicas de biomasa, minería, gestión de residuos, planes de regadío, red de espacios naturales protegidos, macrogranjas industriales, etc.

Entre los reconocimientos recibidos en estos años cabe destacar la Insignia de Oro de la ciudad de Ferrol (1998), el Premio Voces del Año de Galicia (La Voz de Galicia, 2001), el premio Social Media Mexilóns e Tuits (2014), el premio Resilientes Naturaleza y Mundo Rural (2019), el Premio Pedra Alta (Museo de A Limia, 2022) y la distinción como Institución del Año (Colegio Oficial de Biólogos de Galicia, 2023).

A mi entender, la trayectoria y los resultados -éxitos y fracasos- de la Sociedade Galega de Historia Natural a lo largo de su primer medio siglo de historia revelan, sin lugar a dudas, que las ONG ambientalistas han sido y son imprescindibles para lograr avances en la conservación de nuestro planeta y su biodiversidad tanto a nivel local como global. También demuestran que para ganarse la credibilidad ante la sociedad y para conservarla, son necesarios el rigor en los argumentos y la independencia, política y económica, en las actuaciones.


Nota sobre el autor

Serafín González Prieto es presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural. https://sghn.org.

Para citar este artículo:
Serafín González Prieto. Medio siglo de vida de la Sociedade Galega de Historia Natural. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol. 8, núm. 36, Territorios activos. A Coruña: Crítica Urbana, junio 2025.

Critica Urbana n. 36
Share

Prácticas sociales

Quizás también te interese

Territorios Vivos
22 junio, 2025
Génesis de una revolución imprescindible
22 junio, 2025
Territorios activos, territorios existenciales, territorios recíprocos
22 junio, 2025
  • Buscar

  • SUSCRIPCIÓN

    Recibe gratuitamente Crítica Urbana en tu correo cada tres meses.

    Tu suscripción nos ayuda a contar con un público base que le otorga soporte y sentido a este proyecto.

    CONSENTIMIENTO

  • LIBRO DE CRÍTICA URBANA: DESCÁRGALO GRATIS

  • Estamos en las redes

  • Nuevo número. 36. Territorios Activos

  • Números anteriores

    • Crítica Urbana 35: Producción fabril para la producción...
      24 marzo, 2025
    • Crítica Urbana 34: Más allá del pensamiento hegemónico
      11 diciembre, 2024
    • Crítica Urbana 33: Memoria y ciudad
      22 septiembre, 2024
    • Crítica Urbana 32: Lecturas para el pensamiento crítico
      23 junio, 2024
    • Crítica Urbana 31. Galicia: conflictos socioambientales
      20 marzo, 2024



  • Crítica Urbana

    Revista de Estudios Urbanos y Territoriales.
    Quienes somos, nuestros principios
    contacto@criticaurbana. com
    A Coruña. Galicia. España
    ISSN 2605-3276

  • Politica de Privacidad

    Aviso legal y cláusulas de privacidad

    Nuestra política de Cookies

  • Síguenos en las redes


Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.