Presentación del número 11 |
Por Maricarmen Tapia.
Directora de Crítica Urbana |
CRÍTICA URBANA N.11
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El feminismo es un movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el fin de la violencia contra las mujeres. Estos últimos años hemos visto cómo el movimiento ha crecido más que nunca y cómo la búsqueda de la no discriminación implica poner en crisis todo nuestro sistema. El feminismo es una forma de mirar el mundo y explicarlo, y en esta particular mirada se observa y evalúa la ciudad como objeto.
¿Por qué una mirada feminista a la ciudad y el urbanismo? Porque las barreras que hoy vivimos las mujeres son una construcción social, en la cual nuestras ciudades y la organización espacial también actúan condicionando o reproduciendo la desigualdad de la mujer. Porque si queremos cambiar la realidad, es necesario ser conscientes para no reproducir estos estereotipos y discriminación. Porque es necesario naturalizar la mirada diferente de la otra mitad de la población. Porque el cambio que implica vencer las barreras es tan grande, que se necesita de cada espacio, reflexión, y oportunidad para ser transformada.
Necesitamos aprender a incorporar esta nueva mirada con inteligencia, con paciencia, con humor, porque no es fácil desprenderse del bagaje cultural y no es fácil encontrarse con la injusticia y el abuso. Bajo esta mirada retomé el Neufert, el famoso libro de referencia de los y las estudiantes de arquitectura. En él se recogen las principales medidas y estándares de diseño, desde un mobiliario a un hospital. Un buen ejercicio de esta mirada es contabilizar cuántas mujeres aparecen en él – muy pocas- pero más grave es prestar atención a qué acciones están ejerciendo las mujeres. Puede resultar tan irrisorio como violento ver el lugar otorgado a la mujer: de modelo, de operaria en fábrica, de cuidadora, en la cocina… los despachos y espacios públicos están reservados para hombres. Es cierto que el libro es de los años 50; también es cierto que ha sido reeditado hasta el siglo XXI sin ninguna variación, pero lo importante y donde podemos hacer el cambio, es que estudiamos y entendimos las proporciones y los espacios a través de este libro ¿Cuánto debemos desaprender de él?
Hace un año publicábamos un número especial con las autoras que habían escrito en la revista, como una manera de visibilizar su trabajo en oposición a la invisibilización social que se realiza sobre las mujeres. Este año hemos invitado a activistas y profesionales de diversas disciplinas para tratar el tema de “Mujeres y Ciudad”. La petición fue similar para todas las autoras, pero se encontrarán en este número distintos aspectos en los que cada una fijó su mirada.
Los artículos, lejos de ser un manual de aplicación de la perspectiva de género al urbanismo y a nuestras ciudades, son una muestra de la aplicación de la variable de género a distintas situaciones y espacios: a observar cómo se usa el espacio y analizar cómo el espacio determina usos.
Este número incorpora además el trabajo de la fotógrafa chilena Eugenia Paz, quien retrató a las mujeres en Santiago durante el estallido social, entre octubre y diciembre de 2019. Las mujeres, sus demandas y su lenguaje para protestar, están retratadas en estas imágenes. Para nosotros complementan y completan este número, porque se trata aquí de explicar la relación entre “Mujeres y Ciudad”, y esto no sucede en un contexto neutro, sino en un contexto de confrontación cultural que abarca todas las dimensiones espaciales, económicas, sociales y políticas.
Para citar este artículo: Maricarmen Tapia. Reaprender a mirar nuestras ciudades. Crítica Urbana. Revista de Estudios Urbanos y Territoriales Vol.3 núm. 11 Mujeres y ciudad. A Coruña: Crítica Urbana, marzo 2020. |